Crisis v/s oportunidad

Crisis v/s oportunidad

En el ideal de desarrollo y crecimiento en el que vivimos, las diversas tecnologías han llegado para quedarse, crecer y multiplicarse. Y al vivir en un mundo donde la tecnología ya es parte de nosotros, cabe preguntarnos: ¿cómo será nuestro futuro? Al ser un fenómeno que se ha tomado al mundo de manera exponencial, los cambios que hemos vivido han sido drásticamente rápidos en todos los ámbitos de nuestra vida relacional e industrial, impactando positiva y negativamente nuestras relaciones sociales y calidad de vida. Entonces, algo ha quedado claro; la tecnología puede ser una amenaza o una oportunidad para nuestra vida en la tierra.

Crisis

En las décadas que vienen, la generación más joven podrá sentirse afortunada si al menos consigue subsistir. Es cosa de preguntarle a cualquier persona que está viviendo en estos tiempos, si el futuro de la tierra puede existir con nuestro estilo de vida excesivo y derrochador; la respuesta es desalentadora. La lógica de la generación de nuevas tecnologías va de la mano del desarrollo industrial y comercial, lo cual significa que nuestra tecnología existe al servicio del interés de unos pocos que nos están llevando a un incremento de las desigualdades sociales sin precedentes. De hecho, en lugar de que el crecimiento económico mejore las condiciones de todo el mundo, se acumulan nuevas riquezas inmensas para las grandes industrias transnacionales (como la agroindustria, la industria energética o la Big Data publicitaria); y para remate, contaminan el medio ambiente, desmoronando a los países en “vías de desarrollo”. ¿Cómo aseguramos el acceso universal a las nuevas tecnologías sin aumentar las diferencias de poder y bienestar en los seres humanos desde la lógica del desarrollo económico? También preguntémonos si nuestras relaciones sociales pueden mejorar en un mundo hiperconectado, pues muchos países (incluyendo Chile), creen que la solución al “terrorismo” es la tecnología, y no la política o el desarrollo social. ¿Tendremos la suficiente resistencia emocional para adaptarnos a una sociedad flexible y de alta incertidumbre? Los constantes cambios a los que debemos enfrentarnos como sociedad han producido una pandemia global de estrés, lo cual desencadena la violencia; es lo que nos ha demostrado el COVID-19 a gran escala. También cabe preguntarnos por el futuro próximo: La biotecnología, estamos a la esquina de la “genodiscriminación”, respecto a la superioridad genética que podrían suponer tener las personas que puedan pagar estos tratamientos. En resumen, la crisis consiste en preguntarnos si evolucionaremos o involucionaremos como especie humana, lo cual implica nuestra subsistencia.

Oportunidad

Por otro lado, de no ser por las tecnologías el sistema de salud mundial no habría avanzado hasta el nivel en que estamos, y aún nuestra esperanza de vida sería de 30 años, ¿te imaginas un mundo así? Las tecnologías de la información y comunicación facilitaron la comunicación en todo el planeta, y gracias al despliegue del internet se han diseñado e implementado diversas herramientas de colaboración en tiempo real con todo el mundo. Nos hemos convertido en seres sincronizados y dinámicos. La tecnología también puede ser vista desde la oportunidad, pues su verdadero beneficio radica en el sentido que le otorgamos a las tecnologías y las estrategias utilizadas para emplearlas. Estos elementos, junto a una perspectiva ética y responsable del uso y creación de nuevas tecnologías, son los que nos permitirán una verdadera transformación de la sociedad actual hacia una con mayor calidad de vida; pues no es esperanzador llegar a los 100 años pero con estrés y frustraciones. La implementación de tecnologías para conseguir energía renovable es clave para nuestro futuro, también lo puede ser el avance de la tecnomedicina para una atención sanitaria más accesible, y si lo queremos, la relación entre humano y la inteligencia artificial puede dirigirse hacia la cooperación en lugar de la competencia. Por ende, que las nuevas tecnologías sean una oportunidad depende de enfocar el servicio de las tecnologías al bienestar social y ambiental.

Futuro

Si de algo estamos seguros, es que las revoluciones de las tecnologías están todavía en una fase temprana y se acelerarán en las próximas décadas de manera exponencial, y plantearán a la humanidad las mayores dificultades a las que nos hayamos enfrentado nunca. Para la inteligencia humana va a ser difícil siquiera imaginar las posibilidades de las tecnologías futuras. La pregunta es si seremos capaces de manejar un mundo increíblemente dinámico y flexible. De todas formas, para poder anticipar o controlar las consecuencias de las tecnologías emergentes, es necesaria la sensibilidad y madurez ética, tanto de los múltiples profesionales comprometidos en su diseño, implementación, como de todos las personas y comunidades que las vamos a utilizar.

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